La Plataforma de Enfermeras Jubiladas por el artículo 151 nos reunimos en la sede del PP de Córdoba con Jesús Aguirre, senador y encargado de elaborar el Programa Sanitario Electoral del PP de cara a las elecciones andaluzas próximas, y con la Concejal de Educación del Ayuntamiento de Córdoba, Luisa María Arcas. En el encuentro les explicamos nuestra reivindicación de que la Consejería de Sanidad nos pague el complemento de jubilación que nos corresponde en derecho a lo que la Junta de Andalucía, a diferencia del resto de comunidades, se niega, ocasionándonos un perjuicio económico y, sobre todo, moral por la injusticia cometida y el agravio comparativo con nuestras compañeras enfermeras del resto de España, agravándose la situación de desigualdad y pobreza de Andalucía con el resto del país.
El senador se comprometió a incluir dicha reivindicación en el Programa y a arreglarla si consiguieran llegar al Palacio de San Telmo. Además, también se comprometió a elevar de nuevo una Proposición no de ley en el Parlamento en cualquier caso. Fue muy sensible a la situación de injusticia que vivimos las enfermeras jubiladas de Andalucía por el artículo 151 que hemos sido engañadas, ofendidas y humilladas por los gobiernos socialistas durante los últimos veinte años.
Lo que pedimos las enfermeras, y demás personal sanitario, que nos jubilamos por el artículo 151 es únicamente que la Junta de Andalucía cumpla con aquello que nos prometió, es decir, que se cumplan las condiciones que la Consejería de Salud nos ofreció para jubilarnos anticipadamente. En este caso, que el complemento de nuestra pensión sea invariable, como algunas tenemos reconocido por escrito mientras que a otras se nos explicó verbalmente, y que se nos pague lo que nos han quitado los últimos cuatro años, porque aunque algunas llevemos veinte años de sufrimiento económico y moral la ley no nos permite pedir todo lo que la Junta nos ha quitado ilegítimamente en estos años.
Desde aquí nuestro reconocimiento a Jesús Aguirre y al PP porque han mostrado siempre una sensibilidad y un reconocimiento a nuestra situación de injusticia. Por ejemplo, cuando votaron a favor de las Proposiciones No de Ley que han elevado estos años los integrantes de Izquierda Unida (el último, Manuel Baena, que hizo una gran defensa parlamentaria a favor nuestra y en contra de la injusticia social que padecemos). Pero aunque IU era miembro del Gobierno, el PSOE ha rechazado sistemáticamente sus PNL para, basándose en falacias y mentiras, continuar insultando nuestra inteligencia y humillando nuestra dignidad. La última fue María Luisa Bustinduy, cuya intervención para negarnos lo que en justicia nos corresponde ya forma parte de la pequeña historia de la infamia parlamentaria y la miseria moral. A la situación de la actual crisis del sistema democrático se llega cuando una parlamentaria es capaz de mentir impunemente al afirmar justo lo contrario de lo que realmente ha ocurrido durante años en la Consejería de Salud, lo que pone de manifiesto que ha sido una política premeditada de engaño. Dijo en el Parlamento andaluz la señora Bustinduy:
"se aclaraba a todos los que se jubilaban en su gran mayoría, salvo parece que algunos errores por parte del INSS, que la cuantía de ese complemento iba a variar de tal manera que seguiría reduciendo a medida que la cuantía de la pensión de jubilación se incrementaría por la revaloración"
Casi mil enfermeras, de las que quedan vivas dos tercios (la señora Bustinduy y el resto del PSOE parece que están esperando a que esta reclamación se resuelva dejando que las afectadas, dado su avanzada edad, simplemente fallezcan, lo que a la la injusticia suma ignominia), fueron engañadas explícita o implícitamente por la Junta (esos "errores" se debe referir a que algunas de ellas incluso lo tienen reconocido por escrito, con lo que ni la señora Bustinduy en el colmo de su desfachatez podría negar), que les aseguraba justamente lo contrario de lo que ha declarado en el Parlamento la diputada del PSOE. Es decir, o la señora Bustinduy miente o lo hacen las centenares de enfermeras que se jubilaron con las condiciones que les ofrecía la Junta, y que más tarde se dieron cuenta de que eran una estipulaciones fraudulentas de las sucesivas Consejeras de Salud (la última, María José Sánchez Rubio, que continúa la labor de sus predecesoras de congelar y reducir sistemáticamente nuestras pensiones, agravando unas condiciones de salud de por sí precarias). Todo ello con el único objetivo por parte de la Junta y la Consejería de ahorrarse unos euros que luego se gastarían en los lobbies que han ido desangrando nuestra comunidad haciendo que el PSOE en Andalucía sea el abanderado de la corrupción política y el principal enemigo de la justicia social.
Pero mientras quede una sola de nosotras, seguiremos elevando lo que la Junta de Andalucía, la Consejería de Salud e incluso la señora Bustinduy nunca nos podrán quitar: nuestra voz y nuestra dignidad.
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